Acabo de leer Así jamás, el nuevo poemario del maestro Antonio Cillóniz y aún retumba en mi cabeza desde el primer poema hasta el último los gritos de cada víctima al caer a su tierra cada bomba o a su cuerpo cada bala, esos gritos que la gran mayoría vienen de niños y mujeres. No creo haber leído antes un poemario donde se escuchara tanto llanto, tanto dolor, tanta insistencia en que debemos abrir los ojos y ver la injusticia, la masacre.
Dicen que uno estudia la historia para no volver a repetirla, gran falacia, la historia se repite una y otra vez, cada vez con más cómplices, con más armas, con más muertos. Mientras las guerras sigan siendo rentables para las potencias mundiales, seguirán haciendo cada paripé en las Naciones Unidas poniéndose de un lado o de otro, sólo para simpatizar a la gente. Desde un escritorio no se detendrá la siguiente bomba que está a punto de caer ahora mismo sobre suelo inocente y sobre cuerpos infantiles. Está demás decir que no puedes querer parar una guerra si luego vendes armas al agresor.
Volviendo al principio, este es un poemario imprescindible, que debemos leer para darnos cuenta lo que realmente está pasando frente a nuestras narices y que nadie hace nada por detenerlo. Cada poema nos da un golpe de realidad, te quedas con esa impotencia, con ese sentir con que el poeta escribió cada verso, con ese grito de basta ya de lastimarnos los unos a los otros o de siempre querer someter al prójimo para alimentar el ego de algunos políticos al mando. La temática central del poemario es el pedido de justicia social y de exponer lo que está ocurriendo en Ucrania, Palestina y todo el Medio Oriente. Hasta cuándo repetiremos la historia cruel y violenta, hasta cuándo se seguirá matando en nombre de una religión o por el simple hecho de someter al menos favorecido. Así jamás cambiaremos la historia, mientras se quiera parar una guerra con más guerra, o sentado en un escritorio decir algo superficial mientras en los estados de cuenta siga aumentando el número por cada arma vendida.
Les dejamos algunos poemas incluidos en el poemario:
Acorralados o emboscados
Cuando voy por un bosque o estoy en medio de la jungla le digo a mi alma entonces que se aferre a sus pies y a cada ojo suyo que vea y que después caminen ambos mirando al cielo entre los árboles y a tierra entre las hojas hasta detrás de los arbustos también cuando se paren. Y que ahora escuchen el ruido de una rama que se quiebra o de una hoja de hierba que se dobla y del agua saliendo por los bordes de un fango aprisionado. Y entonces que distinga si es eco suyo o no. Y en la ciudad tan sólo siempre si los golpes que se oyen en la puerta son como los que producen los nudillos o los que dan en la madera unas culatas.
Disputa del alma y el cuerpo
I
Entre disparos va la muerte mendigando vidas matando al enfermero hasta antes que al enfermo, matando hasta el que está ya muerto así hasta que su cadáver deje de parecer un esqueleto. Y hay que matar a los que matan, incluso a quienes no iban a matar jamás ni siquiera a morir tampoco al menos por ahora y hasta seguir matándonos a todos aún cuando durmiendo parecemos que morimos o muertos que dormimos, aun cuando hayamos hoy amanecido estemos todos atardeciendo moribundos.
II
Mató también a aquél que no pensaba ni morir o a éste, que se quedó tan solo meditando ante su muerte. Y así cada alma acabará teniendo toda la forma por dentro de su cuerpo enteramente muerto.
Por qué estamos luchando
Por qué estamos luchando a campo abierto Por que mañana pueda salir tranquilamente de su casa una anciana a comprar el pan en las trincheras Por que los niños puedan seguir yendo a una escuela Cuerpo a tierra por que la gente a pesar de una enfermedad inevitable muera en un hospital Y estamos combatiendo parapetados entre los escombros de nuestras casas destruidas por que los muertos para ser enterrados en los cementerios no tengan que ser desenterrados de las calles Seguimos resistiendo por que los hogares de nuestros hijos resistan todo el tiempo sin derrumbarse al pie de las veredas sin que ose nunca nadie de nuevo destruirlos Porque tan sólo lo que es nuestro únicamente reclamamos la tierra que nos han quitado.
Corazones de soldados
Cuando vimos que estaban muertos dejamos ya de dispararles pero pudimos detenernos antes cuando ya estaban mortalmente heridos y antes de dispararles desarmados ya pudimos en la trinchera hacerlos prisioneros apuntándolos porque fue el ruido o el impacto de las balas lo que los despertaron.
Cuando voy por un campo
Cuando voy por un campo no es el mismo campo que mira el geólogo igual que el geólogo no observa el mismo campo que ve un campesino ni el campesino el que contemplo yo por mucho que ya exprese como mía su fatiga su frustración es sólo suya y en la memoria de cada uno así perduran aunque después un general a la distancia ordenase borrar esas visiones de un bombazo Lo mismo cuando lees que hay un genocidio en Gaza por mucho que te impacten las imágenes y lo lamentes tanto estar en Central Park no es quedarse atrapado bajo los escombros de Qasr El-Basha ni siquiera tampoco Al-Sayed Hashem es Masyid al-Haram.
Link para comprar el libro desde Amazon: Clicar sobre la imagen