Biografía:
(Buenos Aires, 1980). Colabora en la revista de literatura latinoamericana de difusión digital LALT (Latin American Literature Today). Publicó los libros de poesía Entre los ruidos (2015), Quemar el fuego (2017), Los demás (2019), Límbica (2020) y Lo que no vuelve (2023). Edita el Blog «Chorrera de Palabras» (vanealmadanogueron.com).
Sus poemas:
Menta & limón

cierro los ojos y entra la lluvia a la casa
la lluvia despeja los gajos importantes
de oscuridad
que van quedando después
de los encuentros

atrás de los ojos un parque recién mojado
una planta cuyo perfume despeja las vías
respiratorias y sillas
cuerpos de mimbre donde hacemos descansar
los otros cuerpos

una casa amarillenta con sus trastos
también amarillentos
libros comidos por el bicherío con más de cinco décadas
de vida
diccionarios de lenguas que nunca quisimos
realmente aprender
un vaso al borde de la mesada
con el peso del agua de a ratos
amedrentándolo

atrás de los ojos
ruido de tren que llega o que se va
aunque en la práctica no haya trenes cerca sino apenas
restos de carriles que estorban el paso

atrás de los ojos volumen bien bajo
esa película de festival de cine
autofinanciada en blanco y negro
y la lluvia
que nunca deja de entrar a la casa
que nunca deja de abrirse paso
entre los gajos cada vez más importantes
de oscuridad



En qué lx podemos ayudar*

necesito una pulsera
hecha de todos los tipos de caracoles del mundo
que cuando acerque al vientre alguno de esos caracoles se escuche
el chirrido de la ventana de la cocina al abrirse
para ventilar un poco necesito
unas cuantas lecturas de tres cartas
jornadas completas de burako y limonada ya lista
con menta del patio
pasos para adelante
todo lo que esté
en calidad de ser posible
la pulsera
y traducciones del rumano poco confiables pero que den
la sensación de saberlo todo

(nunca fui punk realmente
pero qué lindo sería ser otra cosa esta tarde
qué lindo y peligroso sería por ejemplo
ser el color en tendencia)

dame bloques encastrables
resistentes duraderos
dame preguntas respondibles en cuatro o cinco segundos
cosas fáciles para armar compradas en línea
dame esa juntada a merendar que dura hasta las dos am
porque todavía no se tocaron los temas que se necesitan
realmente tocar
dame poemas
en resumidas cuentas presentables
para ir recitando de memoria
en voz alta en el colectivo

(el cuerpo está diciendo cosas
que no se pueden explicar con pastillas
ni con reacciones alérgicas)

dame entonces la limonada y los bloques
frascos de cremas sin abrir butacas libres en el cine
caracoles de todo el mundo
una pulsera preguntas mensajes
que en algún momento de la mañana me sorprendan
cuando prepare ese primer mate y piense (quiera pensar)
qué buena suerte tenemos
en tenernos

*Este poema forma parte de un proyecto colectivo realizado en El Brote (taller de escritura). El título elegido para esta versión es mío.



La sangre que lleva adentro

lo que se busca es inducir la percepción real de escalofrío
colisionar contra todo lo que hace un rato
ya habíamos dado por perdido
si está perdido lo que hace falta no es encontrarlo sino dejarlo en esa ruta
abandonado
puesto al servicio de un tiempo pasado
(cualquiera de los tiempos
pasados)

del pasado lo que se busca es mover su magma de lugar
hacer bosquejo pormenorizado de esa mirada retrospectiva que tantas veces
encima de las cosas
dejamos arrojada

del deseo lo que se busca es la sangre que lleva adentro y no los líquidos
ya estropeados
que por mucho espacio entre los años
exageradamente mucho espacio
entre los años
ha estado procurando
descartar

para los griegos – así lo dicen – lo verdadero podría ser
lo opuesto al olvido
lo que nos marca para siempre el pensamiento igual que aquello
que va perfilando el diseño de llagas
arriba del mismo verbo que cada tanto reutilizamos
es la verdad que buscamos
lo que se busca entonces es producir
la sensación de libertad
desplazar el cuerpo propio hacia otros
igual de maltratados cuerpos
que al mismo tiempo que se dilaten sean capaces de inducir
la percepción real de escalofrío
una versión de la verdad que tenga sangre desmadrándose en esta
y no en otra parte del tiempo
que tenga sangre desmadrándose dentro del torso agigantado
exageradamente agigantado
de ese deseo que hace un rato
ya habíamos dado por perdido



Pero sueño

[La cabeza sobre las manos y un poco de agua justo debajo del argumento. El límite es siempre un estímulo y la cabeza, portadora de sueños. Al otro lado del vidrio, las típicas cosas que suele haber del otro lado del vidrio: portarrollos eléctricos, manuscritos incompletos, imanes, planchas antiguas con detectores de movimiento.

La cabeza siempre infatigable, sólido soporte, resistente. Prototipo ideal para los no resueltos, fantasías, amplios esquemas de engaños y desvaríos. El cuerpo gravita al mismo tiempo que recita de memoria todas las contrapartidas de ese espacio que habita. Exige un lenguaje. Siempre sobre las manos, la cabeza está obligada a elegir la palabra que mejor nombra.

Dejarse afectar por la rareza viene a presentar una salida posible. El cuerpo usa la transpiración del vidrio para redactar figuras. Del otro lado, las típicas cosas se licuan o se endurecen. La cabeza portadora de sueños, recuerda. El recuerdo es el pasaje preciso y vital de un libro. El agua justo debajo del argumento. El cuerpo ha escrito ahora sobre las manos la misma frase que la cabeza ha recordado: “Digo que estoy despierto, pero sueño”.]






Poemas de lo que no vuelve (Halley, 2023)



VII
no haré ningún ruido al pronunciar tu nombre
Yosie Crespo (Pinar del Río, Cuba, 1979)

lejos de ser un problema es una ventaja
que depuremos de vez en cuando una parte
del lenguaje y aquello que igualmente
por falta de audacia
no decimos

el hogar al que volvemos tiene que ver con esta insistencia
en separar
palabras de objetos
individuos
de voluntades

en este castillo la luz entra
todos los días
por el lado equivocado
en este castillo no se habla
de política no se habla
de presunciones religiosas no se habla
de disidencias
de mujeres en lucha o de legislaciones
mal ejecutadas
este castillo introduce aullidos
puertas adentro
todos ellos pintados a mano alzada
encima de los dos puentes colgantes
que adornan la entrada

y mientras avanza esta forma tan desdichada de arte
mientras se empeña en sobrevenir
vas puliendo los detalles de ese próximo autorretrato
anticipás la huida y dejás abierto el pasaje secreto
a las alcantarillas
no te das vuelta y te llamo
te alejás en sentido contrario
te llamo
pero nombrarte es un crujido un poco incómodo
te llamo

lejos de ser un problema es una ventaja
que no respondas



VIII
Cuando cerré los ojos,
lo único que escuchaba era el agua.
(Hubo una vez en que todo lo que escuchaba era el agua).

Robin Myers (New York, USA, 1987)

sin que sepamos alguien nos observa

nos cansa esta noticia
no nos toma por sorpresa

mi padre nos advirtió sobre esto:
contaba unos cuentos cuyos protagonistas eran
adelantados voyeristas

alguien sin embargo nos observa
detrás de los muebles o quizás
encima de ellos

compartimos un mismo gato de la fortuna en diferentes repisas
nunca limpiamos exhaustivamente su saludo
creemos que puede ahogarse en el polvo e incluso así
continuar su gesto electrónico de invitación
desde ya los gatos – es conocido –
aducen «curiosidad» respecto a todo aquello
por lo que se obsesionan

pero observar es siempre más que mirar:
examinar atentamente darse cuenta de algo
percatarse
(contengo delicadamente
la propulsión sensitiva pero su alcance
vuelve a excederme)

sin que sepamos alguien nos busca

cerrar los ojos oír el agua
cerrar los ojos debajo de su forma
debajo del agua gritar con la mente observar
la receptividad
escuchar lo que está debajo
nos cansa este concepto
nos cansa todo lo que se diluye
no nos toma
por sorpresa



IX
muchas preguntas
ninguna respuesta
y mi corazón pateando latas

Alessandra Tenorio (Lima, Perú, 1982)

durante el desayuno subimos el volumen
de la radio
pasaban honrar la vida
una versión “unplugged” que no dejamos de recitar con la garganta
mientras el té verde profundo de algún lugar muy incierto de Oriente
hacía lo suyo

[mi corazón es un objeto a interpretar
una escultura monolítica enterrada
en una isla inhabitable]

permanecer y transcurrir
no es perdurar no es existir
una de las preceptoras suplentes anota con témpera fucsia
esa estrofa
en la solapa frontal del guardapolvo
de séptimo grado
el resto
firma con sus nombres o sus alias
hasta el momento nadie nos clasifica
psicosocialmente en tribus
ni en presuntas hordas
pandilleras

hay tantas maneras de no ser
tanta conciencia sin saber

escuchamos Sandra Mihanovich
coleccionamos pinypones
le seguimos teniendo miedo
a la policía secreta
a la respuesta la comprendemos mucho antes
de formulada la pregunta
nos dictan la historia
desde un manual bonaerense
de Santillana

eso de durar y transcurrir
no nos da derecho a presumir

[mi corazón es un objeto a interpretar
un recuerdo en transición
una parábola oculta
a lo mejor también un poco secreta y disgregada
que reposa
como las hebras calcinadas de ese té verde profundo de Oriente
recién servido
en la taza]

manergo

Por manergo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *