Por: Gustavo Gutiérrez
Quería proponerte que nos asomáramos poco a poco a tu libro La memoria hila, no página a página, pero quizá haciendo un recorrido panorámico y sustancial de cómo abordas la escritura en general y la escritura en particular de esta obra. 

Gracias, Gustavo, por tu interés en mi trabajo. Escribir, es mi profesión, como periodista me lleva a conocer personajes, historias y diferentes realidades, poéticas si se quiere; así nació La memoria hila. Escribir estos poemas hicieron que me duela menos o disfrute más lo que escuché, vi y sentí. La memoria hila, en particular, ha sido seguir ese hilo perpetuo que nos ata a nuestra historia milenaria.


¿Cómo saltas del poemario anterior a este?

Por el año de publicación, el poemario anterior sería Cuentos de Domingo; pero sucede que Cuentos de Domingo tiene la misma edad de creado que Juegos, publicado el 2002. Al sur en Caral, publicado en México el año 2006, sería el anterior a La memoria hila.
Al final todos mis poemarios son parte del mismo juego, que salta la soga o la rayuela en un patio, en alguna pista.


¿Por qué este libro y por qué ahora?

Porque necesitaba que la memoria hile y teja estos poemas, para dar cuenta de lo que ocurrió en el Perú, para no olvidarlo.


¿Cómo y cuándo surge la idea del libro?

La idea del libro surge con el poema “La aguja”, que es el poema final de La memoria hila.


¿Qué importancia tiene la estructura de los poemas en este libro? ¿Fue algo deliberado o más intuitivo en el proceso de creación?

La estructura de cada poema, en este libro, ha sido muy importante para mí. Fue intuitivo; pero también pensado. Es la magia de la poesía. Se me hace complicado explicar mi proceso de creación. Es muy personal, íntimo.


¿Qué significó para ti escribir esta obra trascendental y cómo la figura materna va cobrando forma y vida a través de los poemas?

Escribir La memoria hila, ha significado tejer parte de la historia que nos ha tocado. Creo que le corresponde al lector de poesía, ver si la figura materna va cobrando forma y vida a través de los poemas, en un ave, una flor, una montaña, en la comida preparada con amor o en un alimento sagrado y universal como la papa.


Te pongo en un aprieto: si tuvieras que quedarte solo con tres poemas de La memoria hila, ¿cuáles serían?

De verdad es un aprieto. No me pidas eso, por favor. Cada poema de este libro tiene mucho valor para mí. No puedo elegir.


Tras alzarte en 2023 con el célebre Premio Copé de Oro por tu libro La memoria hila. ¿Qué ha supuesto este reconocimiento para ti, para tu carrera literaria?

Aún no lo sé. Espero que este año, 2024, se publique La memoria hila como corresponde.


¿Es este poemario un punto de inflexión en tu producción como poeta?

No creo.


¿Y a partir de ahora nos sorprenderás con otro magistral poemario o con una asombrosa novela?

Lo mío es la poesía y para mí escribirla es sinónimo de libertad y felicidad. No me dedicaría al género de la novela. Tengo un nuevo poemario y lo sigo trabajando.


Tu esposo Pío Zelaya te convenció de enviar por primera vez a este prestigioso premio, tu libro. Si bien es cierto uno envía material a determinados certámenes de poesía como quien tantea a ciegas un interruptor de luz eléctrico. ¿Esperabas este magno reconocimiento?

Me convenció de participar por primera vez en un concurso literario, pues me daba la posibilidad de ver publicado mi libro. Él me dijo: “Si lo envías puedes ganar; pero si no lo envías, pierdes”. Así que envié mi libro el último día de la convocatoria y me olvidé. Tanto que no respondí a las llamadas del Centro Cultural de Petroperú. Los mensajes de mis amigos y de poetas felicitándome, me dieron la noticia.


Tu madre es tu plaza fuerte desde tus inicios como escritora y poeta, porque ella te acercó a la poesía con el poema “La planta de algodón”, del español Manuel Martínez. ¿A qué edad empezaste a escribir poesía y cómo ha ido evolucionando su disposición a través del tiempo?

César Vallejo siempre estuvo presente desde mi infancia, por mi papá que lo recitaba. Entrañable, inalcanzable y tan cercano a la vez. Empecé a escribir poemas en el colegio, en primaria, como tarea por los días festivos y los Juegos Florales. Mientras que en mi casa leía y releía la mitología griega, cada historia fabulosa como un cuento de hadas, del tomo VIII de mi Nueva Enciclopedia Temática; por eso, esos mitos, los dioses griegos, son tan familiares para mí. Ya en secundaria, las clases de Lengua y Literatura abrieron un mundo hermoso, más académico. Pero creo, que todo empezó “formalmente” con Juan Gonzalo Rose, en 4to de secundaria en la clase de Literatura peruana contemporánea, porque su poema “Exacta dimensión” me cautivó. Y por él empecé a buscar, comprar y leer libros de poesía.


¿Consideras que el emblemático Premio Copé organizado por Petroperú hace más de 44 años, es el más codiciado de nuestro país solo por su tentadora cuantía económica, que para algunos representa casi todo el sueldo mínimo de un año, o por su trascendencia cultural a través del tiempo y la ecuanimidad de su veredicto?

Puede ser por todo lo que mencionas y porque es el Premio con más prestigio en el Perú pues lo respaldan instituciones muy importantes de la cultura en nuestro país como la Academia Peruana de la Lengua, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Pontificia Universidad Católica del Perú, el Ministerio de Cultura representado esta vez por Rossella Di Paolo y el Centro Cultural de Petroperú representado por Marco Martos. Además, este premio publica el libro ganador.


En tu faceta como asesora editorial en México. ¿Qué conexiones o qué diferencias encuentras entre la poesía que se hace actualmente en México con la de Perú?

Sí, soy asesora editorial del sello mexicano Proyecto Literal, especializado en poesía latinoamericana. Pienso que se coincide en los temas que se abordan, la ecopoesía, la poesía documental o docupoesía, también en la revalorización de la poesía escrita en lenguas originarias.


¿Cuáles son tus autores o libros predilectos y consuetudinarios a los que vuelves siempre?

El Poema de Gilgamesh, Trilce de César Vallejo, Fuegos de Marguerite Yourcenar, Sinuhé, el egipcio de Mika Waltari, La Diosa Blanca de Robert Graves y La rama dorada de James George Frazer.


¿Cuál es tu apreciación sobre la nueva poesía en vanguardia de los poetas en ciernes?

He tenido la oportunidad de leer solo a algunos nóveles poetas peruanos; no te puedo dar una opinión certera.

Hay algo que cada vez es más visible y que me turba en gran manera: se le está dando más hincapié o primacía a la influencia tecnológica dentro de los poemas, ya que actualmente se considera a la poesía primigenia como obsoleta y superflua. ¿Cuál es tu postura sobre este tema? ¿Consideras que se debería volver a nuestra raigambre prístina?

Todo evoluciona. Respeto la libertad de creación. Al final los lectores de poesía somos exigentes y nos damos cuenta si un poema es forzado, superfluo, obsoleto, improvisado, original o bueno. Si nos gusta o no un poema, que eso es lo que vale.

Por último, como lector estoy ansioso por leer La memoria hila, singular obra, que, sin duda, va a enriquecer el escenario poético nacional. ¿Es posible que nos adelantes tres poemas sin desvelar tanto el libro?

Es posible compartir un poema:



Las piedras
No hay un hilo para separarlos
Emilio Adolfo Westphalen

El agua sigue el canal de la piedra murmulla el frío de la
madrugada la mudez de la soledad del muro la insidia del
tiempo sobre su cara del patrón celular que obedece
pétalos de flores granos de maíz panal tejido en piedras
poligonales herméticas ni un hilo las traspasa donde el
jaguar duerme el origen de su nombre que es sangre templo
de piedra biselada y no sé si hablo de una persona pero
ciclópeo el Lanzón de Chavín como una gran aguja insertada
aguanta
Sobre la autora:
(Lima, 1974). Ha publicado los libros de poesía Juegos (Magdala Editora, 2002), La función de las parcas (Fondo Editorial de la Universidad de San Martín de Porres, 2004), Al sur en Caral (Proyecto Literal, México, 2006) y Cuentos de Domingo (Pilpinta Editora, 2009).
Es directora del sello de poesía Pilpinta Editora y es asesora editorial del sello mexicano de poesía Proyecto Literal. Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad de San Martín de Porres. La memoria hila, su más reciente poemario ha sido galardonado con el prestigioso Premio Copé de Oro de la XXI Bienal de Poesía 2023.

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