Biografía: 
(Cuenca, Ecuador 1991). Master en Estudios Avanzados en Literatura Española e Hispanoamericana y licenciada en Ciencias de la Educación con mención en Lengua, literatura y lenguajes audiovisuales. Docente en la Universidad de Loja en la Carrera de Pedagogía de la Lengua. Ha participado como jurado en diversos concursos creativos y ayudado como gestora en el Encuentro de Lengua y literatura los jóvenes y el arte del colegio Particular La Asunción de Cuenca. Ha publicado textos narrativos en revistas digitales y en físico con la editorial Letras Negras. Entre mis intereses se encuentra sobre todo la crítica social y la denuncia. 
Eterno
                                                      In Memoria: Emiliano Valentín
                                                              Neonato Cabrera Marín. 



I 

Cae una estrella al vientre
las melodías se disparan 
dos líneas confirman el compás
los días se disfrazan de invierno. 

El sueño cobra forma 
un corazón es la suma de dos más latidos

Danzan los vientos, 
los nombres caen,
Valentín se proclama, se gesta, se impone
suspiros y esperas anidan en el ansia
Llega la hora… 
El dolor y la promesa son otras formas de alegría
tendida con la noche se acaba la espera 
                                             9:45 
un llanto dulce rompe el ruido
la voz lejana sostiene la vida
Este es tu hijo, susurra el viento 
Un ceño fruncido se dibuja en el alma. 



II

El aire se divorcia del pecho del neonato
lo llevan a la cuna, lejos de madre. 
Prometen cuidados, miradas, ansias, esperas… 
Valentín ha mejorado… 

Son cinco días que marcan la distancia
la aurora se viste de blanco en escala de azules
la mano de despedida anuncia el camino
…
Se congela la promesa, el ritmo ha cambiado
 la aurora calla y llora



III

El aire abandona el ritmo. Se aleja.
 la música lúgubre es cómplice del olvido
El hombre no se mueve
su cuerpo se congeló en el tiempo
la distancia marca de morado sus labios
 los suspiros se enajenan...

La madre reclama, grita e implora 
¿qué pasa con la danza? ¿Ha terminado?

Broncoaspiración, le murmura la doctora 
el aire es blanco lechoso… no circula;  
el blanco ha abrazado el corazón del infante 
el blanco estrangula los sueños de la madre. 

Todo cabe en un instante, el inicio y el fin
la muerte elige el color blanco para el encuentro
uno, dos, tres…presionan al infante 
Uno, dos, tres, lo besan y todo se inunda de blanco

Los corazones se desconectan y uno deja de latir, 
en la máquina conectan los sueños.
beep-beep-beep la línea se queda quieta, se queda en blanco
Los ojos cristalinos preguntan al aire 

¿en dónde están la plegaria y la promesa?

Cae la melodía,
la máquina palpita sin el corazón del infante, 
mire la máquina —le dicta la muerte—

Súplicas, rezos y preguntas es la danza. 
En veinte minutos el hombre ha cumplido con la vida

Los juegos en el parque se diluyen;
las besos y abrazos se comprimen;
los planes a futuro se extinguen.

Su hijo está muerto —la condenan—
El infante ya no juega, ya no ríe, ya no mira… 


Arrancaron a Valentín                                     
                     un olvido, 
ha cobrado la vida. 

—Lo aspiro y sale leche—  informan
la bata blanca se tiñe de lágrimas rojas. 

El neonato no se mueve, ya no puede… 
					(el hombre ya no está, se ha ido)



IV

El camposanto está danzando, 
abraza el viento melodías insonoras 
ha llegado el hombre
los pétalos se desmayan, 
caen marchitos; apenas nacen 
el tronco se desviste 
los sueños se suspenden, agonizan, mueren. 
Se acentúa la danza de lamentos, 
en lo alto,
una ventana abierta…
se acerca la cesta blanca con tapa de cristal, 
no es la cuna que soñó mamá 
ni la imagen que diseñó papá; 
sin embargo, ellos la tienen en sus brazos.
La ventana, que recibe la cuna; la arrulla 
se presenta un hombre vestido de negro 
en su mano una flor besa el agua
Ha comenzado el rezo
¿Cómo no creer en Dios? pregunta,
los suspiros le responden, le gritan,
 lo ahogan. 
Se dibuja una cruz que se deshace en llanto 
los ladrillos se cruzan…  
el cemento aprisiona.
El hombre llora en el pecho de su madre

Su madre llora en el cielo 
El cielo llora en la lluvia. 
El fin acaba de entrar en la vida…



V 

…/!...../!...../!...../!....../!...................……… 
“Hay golpes en la vida tan fuertes yo no sé”
¿Cómo, cómo creer en Dios? 
¿Cómo olvidar el olvido?
manergo

Por manergo

Un comentario en «Gabriela Cabrera Marín»

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