Biografía:
Bachiller en la Enseñanza del Español por la UNA 2018.
Libros publicados:
Poemas sin remitente (2019).
Participación en las antologías:
Bitácora abierta 31 latidos en el andén (2015, Editorial Poiesis)
Donde contamos hormigas y segundos (2020, Editorial Poiesis)
Poetas por la Madre Tierra (2018, UNA Compiladoras: Silvia Arce Villalobos y María Sancho Ugalde)
Siempre un girasol (2020, compiladora Hedda Ibarra)
La sangre de las décadas (2021, Compiladora Laura Zúñiga)

Premios literarios:

Primer lugar en la categoría adulta del II Concurso Literario del Día Mundial de la Poesía. "Poetas por la Madre Tierra". UNA 2017
Sus poemas:
Luna de madera

Luna vieja de madera,
Aún rondan tus fantasmas en mí
y tus firmes basas de aquellos años,
me sostendrán hasta la muerte.

Traquetean los recuerdos
de las tablas que ya no están;
esas tablas que son fósiles
de un amor perdido,
son los cráteres duros
en mi pasado.

Que no barnicen mi memoria:
satélite de nogal;
entre mas sanguinario
sea el comején,
mas rígida será mi ilusión.

En la intimidad de tus aposentos
Huele a polvo la nostalgia
y amargo es el reflejo de tu madera
que en mi mente los recuerdos erigen.



Todavía no

No, Señor, todavía no.
No pongás atención
a los golpes que con la aldaba
da la muerte en mi pecho.

Los dedos de tu enojo
se van desplazando meticulosos,
hasta asfixiar los vértices
que me amparan en la prueba.

No dejés que mis uñas
rompan la corteza de mi osadía,
si la cizaña que me envuelve
no ha logrado derrumbarme.

¿Ves?
ya se pueden vislumbrar los vástagos
que algún día serán cosecha
de mi discurso.

Es cierto…
la mala praxis del destino
ha puesto de rodillas a mis canas
y una que otra vez
te hemos pedido
abrir la puerta de mi pecho,
pero, todavía no.



Libre por decreto

Oigo galopar a la lluvia
entre los valles de mi cuerpo,
débil, pero variable,
como la trayectoria diaria
producida por un grito sin dial,
como el paso lento de Jesús
en su calvario.

Inicio un recorrido
Con la palabra “pesimismo”
en un rótulo de neón.
A lo mejor decía “miedo”.
¡Quién sabe!

A veces, me pregunto
si el calzado de fe que traigo,
será el conveniente,
para esquivar tanta incertidumbre
grabada en los postes
de cada pueblo.

Los caños son abismos
Que me invitan a suicidarme,
al notar que sigo luchando
en batallas hace tiempo vencidas,
ebrio de enfermedades
que ya sanaron
y buscando soluciones de plata
despegadas del piso.

Caigo sentado
en la orilla de la acera,
cuando de pronto,
llegan las manos de la lluvia
con una carta firmada con sangre:
¡Soy libre por decreto!



Aislamientos

Hay personas aisladas
en sus dilemas,
con la llave en la mano;
otras, no se dan por vencidas
y buscan bajo el tapete
migajas de respuesta a su miseria.

La cuña de un martillo,
despedaza las tablas viejas
de la verdad
y expone el hambre;
esa hambre que se refleja al trasluz.

<<Son cárceles de pecho>>
—afirman con cinismo—
y los grilletes van pesando
cada vez mas.

Un bebé gira en su eje,
mientras que un adulto en su labor.
…Aislamientos.

Estoy aislado, enfermera.
¿Por qué no viene?
¿Por qué?



…o no ser

Una larva en el capullo
planea su destino,
mas terminará en las fauces
de un pájaro anónimo
que espera su nacimiento.

El aire sopla
sin suponer que enciende el fuego
y calienta al desamparado,
pero derrumba el hogar.

Algunas veces me pregunto
si me concierne ascender
a la curvatura de lo imposible,
pues no he sido reclutado
para vencer todas las cumbres
de una cordillera
ni a contender con ellas.

Vencer este temor,
observar el futuro,
aun cuando intenten
echarme al abismo
o descender a la realidad,
aunque el reloj de mi bolsillo
se trastorne en segundos
y decida ahorcarse
con su propia cadena.

Romper el acuerdo
que me designa el cosmos
o guardar silencio,
hasta que se extinga la hojarasca.

¿Qué diré cuando agonice,
si esparcí mis palabras
en vastos precipicios,
donde excede la voz ajena.

Quizá no sea digno
de llevar estas estrellas
clavadas en mi pecho.

¿Tal vez volver al vientre
en el cual yacía sosegado
y nacer cuando esté disponible
otra misión?

¿Ser poeta o no ser…?



Preposiciones de la vida

Bajo un puente que me sirva de techo
cuando el techo de la amistad
se derrumbe,
que nadie me cubra
con retazos de hipocresía.

De carne y hueso es mi paciencia;
cicatrices humanizan mi dolor,
que nadie borre las huellas
de mi sangre.

En el punto más alto
de esta soledad,
el aire ya no llega a mis pulmones,
que nadie me dé su tardío aliento.

Desde un jaque mate inevitable
de caballo y alfil negros,
que nadie ahogue
el amor de mi dama.

Desde la cumbre de un sueño
aún nublado,
como Sísifo intento llegar,
que nadie trepe mi montaña.

Sin esa arruga en mi mano
carcomiendo mi futuro,
que nadie diga existí.

Hasta mañana esperaré
noche a noche ilusionado,
que nadie me diga
que hace rato amaneció.

Sobre una carta de amor
que nunca me atreví a dar,
que nadie nunca leerá.



Misión

Antes que el arca se cierre,
honraré a Dios
por esa melodía
que a diario me anuncia
una nueva oportunidad
y agradeceré.

Antes de que una gota
venga con desplantes de diluvio,
pido perdón
por desafiar las afrentas
y no ofrecer mi otra mejilla.

Antes de que caigan
las estrellas fugaces,
cumpliré con la misión
de colocar el ladrillo
que Dios me encomendó.

Y subiré a bordo
antes de que se cierre el arca
y no se vuelva a abrir.



Yo, Sebastián

Hoy me puse otra camisa.
Tal vez por su tono grisáceo,
similar a las pisadas de polvo
estampadas en mi costado
o los pliegues ocultos
entre las faldas,
que evocaron las cicatrices
en mi memoria.

Son fisuras que aún persisten
en esta tela desgarrada,
que crearon las burlas
e impactaron mi osadía
como granizo.

Es el mismo aroma a soledad
que diariamente respiraba,
al abotonar los oprobios
amoratados en el rostro,
con el honor desfallecido
sobre mi espalda.

Es aquel uniforme
con el cual batallaba
en la contienda del hostigamiento,
mientras las horas me escarnecían
sentadas en el suelo
o siendo militares
de mi suplicio.

Hoy pienso cabizbajo
sobre este puente,
donde los incurables
suelen lanzar sus dudas
atadas a su cuello
y en la baranda anoto:
“Soy Sebastián…,
soy José Pablo.”
Comentarios:
Los poemas utilizan la imagen para explorar temas de memoria, nostalgia y pérdida. La combinación de estos elementos simbólicos crea una atmósfera de melancolía y reflexión. A través de un lenguaje rico y sensorial, se logra transmitir la persistencia de los recuerdos y cómo estos, aunque desgastados por el tiempo, siguen formando una base sólida en la vida del hablante. Las obras destacan por su capacidad de captar la complejidad de las emociones humanas, ofreciendo una meditación profunda sobre el pasado y su impacto duradero.

Fabiola Figueroa
(MCI Ergo Bolivia)




La poesía de José Pablo se caracteriza por su profunda meditación. A través de imágenes poderosas, el poeta explora la condición humana, el sufrimiento, la vulnerabilidad y la lucha. Su compromiso social se manifiesta en su denuncia de la injusticia y la opresión. Además, su poesía aborda temas espirituales y metafísicos, tiene una voz poética muy generosa y particular.

Tomás Pablo de las Peñas
(MCI Ergo Argentina)



Dueño de los tropos, José Pablo encuentra en la prosopopeya el móvil para darle vida a su poesía. Estamos ante poemas contemplativos e íntimos, en los cuales la vulnerabilidad humana se hace presente y la búsqueda de Dios es tema frecuente en la pluma del poeta. El trabajo del autor, sin duda, puedo encontrar reminiscencias con la obra de grandes poetas, como lo son Marco Antonio Campos y Ricardo Venegas.

Araceli Amador
(MCI Ergo México)

manergo

Por manergo

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